martes, 28 de septiembre de 2010

Fronteras

Hace tiempo descubrí
que tan largo era el camino en que alguien me había dejado,
y decidí en silencio,
(o no en silencio tan solo sin voces de humanos),
que recorrerlo habría de ser un solo paso.

El paso tuvo piedras, arena, pasto, monotonía, agua y tanto,
tanto que no vi mirando el paso,
como el tiempo dibujaba estaciones a mis años.

El paso era lento, voraz, despiadado.
El paso era ternura, risas de amigos, llanto de ser amado.

Y paso a paso, en el camino, siempre hubo un amigo, un abrazo, una palabra y ni un gesto que hiciera daño.
Aprendí de uno y de todos que amar es una búsqueda que puede ser en vano.
que amar es un instante que quizás no he visto
pero no me ha sido negado.

Aun espero, a veces con calma a veces con desespero,
pero aun espero,
entre abrazos y amigos,
entre silencios y risas porque creo que así como has de esperar, por suerte amigo,
habrás de des-esperar,

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