martes, 24 de mayo de 2011

Me gusta escribir,
dibujar con palabras las formas de un sentimiento,
pintar con palabras esas formas,
dar,
con palabras escritas en el mismo centro de la sensación
que desarma un silencio.

Porque no es fácil poner colores donde solo hay interrogantes,
ni decir que no es gris lo que siento
y lograr, todo a una, que sopeséis cada palabra en su contexto.

Porque yo no pulso con vuestra gracia natural cada cuerda de mi ser,
ni tampoco llevo el balón como vosotros,
ni puedo ser un príncipe que desciende de plebeyos,
(aunque me gustaría sospechar que alguna vez lo fui.)

Porque tengo gracia cuanto tecleo vuestros nombres,
y aunque mi voz no suele oírse...parece cobrar vida cuando os nombro,
y como muchas pero muchas veces no se decir lo que siento,
por todo eso escribo.

Así es que pretendo,
que si en algún momento tropezáis con mi silencio,
no os desaniméis,
papá es papá,
vosotros lo sabéis y yo hace rato lo presiento.
¡Hola Amor!
Tanto tiempo sin verte...desde que un tsunami de catecolaminas,
casi apaga el último vestigio de luz,
y de vida
en este corazón...
-Estas mejor, has crecido, ya no te debates ante un cuerpo embravecido-
 -Tu también. Las canas y el silencio te sientan como al faro del fin del mundo-
-¿Todavía la sigues esperando?-
No...desde el día en que la encontré no nos hemos separado un instante.
Ella en su universo y yo en el mío podemos coincidir...en un rincón del sábado,
o en una esquina de lunes.
O escribir un mensaje en la misma hoja, en alguna galaxia vinculante...
que  ya ni importa,
porque cada trazo es leído según se escribe y allí se esfuma,
con alegría según se lee,
en un pulso de luz y color que corre en pos del lugar exacto
en que pueda brillar para dos universos.

Si me dejas...te dejo.

Y si,
te amo.

Te amo tanto que ni siquiera importa
que no te encuentre,
que vivas en otro universo,
o que el lenguaje que hablamos no se escriba con la mano.
¡Que mas da!
Aunque no existas, o existieras...
¡Que mas da!
Si tu y yo hemos sembrado
 la misma semilla
en distinto surco de la existencia,

Tanto,
que cuando yo tengo reloj tu no tienes tiempo,
que cuando tu tienes tiempo yo tengo sueño,
que cuando yo escribo amor tu lees sexo.
¡Que mas da!
Si cuando tu universo por azar da con el mío,
las yemas de mis dedos templan el recuerdo exacto,
de la fuerza de tu mano...

Ya ves
que pueden importar tan sutiles diferencias,
amiga,
en medio de tanto acuerdo,
te dejo ser la que pinta y tu me dejas ser el lienzo.
y si me dejas te dejo...
pero si puedes no dejes
...de ser luz que se cuela en mi universo.

Golondrinas y vencejos...con alegría.

Mis ojos se fueron a jugar,
en el blanco de una nube y mis manos perdieron un trazo,
en el marco de un silencio que no pude controlar.
Y el trazo se hizo asfalto,
y el asfalto sonrió desde un paso de cebra amigable.
Y las señales danzaron al son de mis años,
y me pareció tan alegre,
que hasta pude ver ternura en el guiño de un semáforo...
No,
si esta ciudad no puede ser hostil, ni parecer fría con tanta vida.
Vida que va con alegría, de farola en farola,
en la finta de esa golondrina recién llegada,
vida que en nada posa cual vencejo sublime que no sabe, ni sabrá, adónde va.
¿Y que más da?
Tan vencejos nosotros caminando, como humano el volando.
Si es hermoso, que duda cabe, hasta el mismo deseo
que lo ve y nos ve, hermosos...humanos.