¡Hola Amor!
Tanto tiempo sin verte...desde que un tsunami de catecolaminas,
casi apaga el último vestigio de luz,
y de vida
en este corazón...
-Estas mejor, has crecido, ya no te debates ante un cuerpo embravecido-
-Tu también. Las canas y el silencio te sientan como al faro del fin del mundo-
-¿Todavía la sigues esperando?-
No...desde el día en que la encontré no nos hemos separado un instante.
Ella en su universo y yo en el mío podemos coincidir...en un rincón del sábado,
o en una esquina de lunes.
O escribir un mensaje en la misma hoja, en alguna galaxia vinculante...
que ya ni importa,
porque cada trazo es leído según se escribe y allí se esfuma,
con alegría según se lee,
en un pulso de luz y color que corre en pos del lugar exacto
en que pueda brillar para dos universos.
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