Los miro...y los miro,
pero no los entiendo,
y aunque no lo creas...yo también soy uno de ellos.
¿O es que tal vez los miro sin poder ver?
Se ufanan en perfecciones de tal promiscuidad,
que a la hora de marchar aun no acaban de crecer.
Viven tras el amor eterno que los colme de dones,
viven de impresiones...falsas,
en una realidad subjetiva...verdadera,
viven a la espera,
de algo que desconocen.
Son tan solo eso...pequeños...los hombres.
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